Una mañana desperté,
pensando que algo andaba mal,
una extraña sensación de llorar,
pero las lagrimas no me dejaron.
Algo me decía
que aquel día,
me sorprendería el destino,
con la certeza, de que los deseos,
en silencio se cumplen sin aviso.
ignorando, sin lograrlo
aquel sentimiento, se fue aclarando,
sin desaparecer,
recordando que ese día cambiaría mi vida.
Con el hipócrita deseo de ignorarla,
siempre buscamos una señal,
escondida pero visible,
palpable en el calor del amor.
Ignorar este sentimiento fue imposible,
y al darme cuenta se multiplico
y así supe que llego la mejor noticia,
sin advertencia, sin preparación,
mi vida cambio y no e sido tan feliz,
desde que, desperté, pensando que algo andaba mal,
cuando todo estaba bien
y yo me equivoque
por que, esa fue la mejor noticia,
por que esa fue la mejor noticia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario